Sunday, December 18, 2005

En un instante.

En un instante parece que pasa tan poca cosa. Pero si lo pensamos bien, ese instante es la propia vida. En el fondo, como en el desierto, un instante es como un grano de arena. Parece que no es nada, un minúsculo trozo de tierra, pero gracias a esos minúsculos retales se forma el abrumador desierto.

También, un instante es un trozo minúsculo de tiempo en el que parece que no sucede nada y sin embargo acontece toda la vida, toda mi vida. Las decisiones que definen la historia se producen en un instante y hay tantas decisiones que suceden en tan pequeña fracción de tiempo.

A veces tengo la sensación de que como la arena del desierto cuando la coges en la mano y se te cae entre los dedos, el tiempo de mi vida se me escurren entre los dedos de mis días. Y tengo tanto pendiente que hacer, tantas decisiones que tomar: las malas para aprender, las buenas para profundizar, las dudosas para sentir, las dulces para amar, las enérgicas para navegar entre la tempestad... tantas y tantas decisiones en tantos y tantos instantes...

Y cuando te das cuenta y miras hacia atrás ves tu historia trenzada con numerosas decisiones que son tuyas, tan tuyas que definen tu historia, la historia que escribes a cada instante pequeño, minúsculo, casi como un átomo de pequeño.